A diario somos testigos de la crisis
financiera en EE.UU. Son ejemplos de ello el alza del dólar, el aumento en el
precio de algunos alimentos, las noticias de los cierres de los bancos
norteamericanos, el inestable ritmo de las bolsas de valores, etc. Ante ello,
surgen inminentes las preguntas: ¿cómo empezó esta crisis?, ¿qué está
sucediendo? Aquí se lo explicamos de manera sencilla.
En opinión de José Oscategui,
profesor asociado del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica
del Perú, la crisis actual que se vive en estados unidos tiene como origen y
trasfondo la guerra con Irak.
Todo se inicia cuando el gobierno
norteamericano decide solventar la guerra con Irak impulsando incluso formas
riesgosas para su economía. En otras palabras, la crisis económica es
consecuencia de una mala decisión de estados unidos.
Según un informe publicado
recientemente en el diario peru21, titulado “Claves para comprender la crisis
financiera mundial”, en el 2001, luego de los atentados del 11 de setiembre, la
reserva federal de estados unidos (el equivalente del banco central de reserva)
redujo su tasa de interés (de 6.5% a 1%) con el fin de facilitar los créditos,
poner dinero en la calle y reactivar la economía norteamericana.
El falso crecimiento del sector inmobiliario.
Con esta medida, el sector que más
creció fue el inmobiliario, pues los bancos comenzaron a dar dinero con
facilidad a quien deseare comprar una casa. Como era previsible, el precio de
las viviendas empezó a subir ante la gran demanda, lo que llevo a muchos a la
especulación: una persona se endeudaba para comprar una casa, luego esperaba
que subiera el precio y entonces la vendía; con ese dinero pagaba la deuda y se
endeudaba nuevamente para comprar otra… el fenómeno, conocido como burbuja inmobiliaria,
hizo rico a muchos.
Una de las formas de crédito
empleadas en esta época fueron las hipotecas subprime, que consistían en
prestarle dinero a una persona con un mal historial crediticio. “De esta forma
cualquier persona podía acceder a un crédito fácilmente, a pesar de no tener
buena calificación”, expresa el profesor Oscátegui.
Sin duda, esto resulto rentable
para las financieras, pues luego de unos primeros años de intereses bajos,
estos subieron y llegaron a ser muy altos. Nadie estaba preocupado por el
asunto; al contrario, se creía que los precios de las viviendas seguirían
creciendo.