miércoles, 12 de marzo de 2014

Siete mil millones de humanos



Aunque al menos dos países se disputan ser el lugar de origen, el hecho concreto es que en los primeros minutos del 31 de octubre nació el ser humano número siete mil millones del planeta.
Ha sido filipinas la primera nación en atribuirse el hecho, con el nacimiento  de la pequeña Danica, llegada dos minutos antes de la medianoche, y sus padres han sido oficialmente felicitados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, que otorgo a la pequeña una beca vitalicia para que pueda concluir sus estudios y a sus padres una ayuda económica para que instalen un modesto comercio.


Este hecho le es disputado a Filipinas por la India, donde la organización caritativa británica Plan Internacional, dedicada a los niños, ha reclamado igualmente tal esquivo honor para una pequeña nacida en Uttar Pradesh es uno de los estados de mayor demografía de la India, y el acontecimiento iba a servir para llamar la atención sobre la natalidad explosiva.
Como sea, se sabe que el ser humano número seis mil millones vio la luz en 1999 y se calcula que para el año 2050 seremos nueve mil millones en el planeta. Por lo mismo, este nacimiento real, y simbólico a la vez, es ocasión para que la ONU llame la atención sobre los riesgos del crecimiento demográfico explosivo de la humanidad.

En lo que respecta a Filipinas, según el Fondo de Población (UNFPA, por sus siglas en ingles), es ya el duodécimo país más poblado del mundo, con 95 millones de habitantes, de los cuales el 54% tiene menos de 25 años. China es el más poblado, con mil trescientos cincuenta millones de habitantes; y le sigue la India, con mil doscientos  cuarenta millones. En algún momento del siglo, ambos países invertirán puestos, ya que China aplica una política de estricto control demográfico que la India aun no logra poner en práctica.
El Fondo de Población de la ONU ha publicado el viernes su informe anual, en el cual estima que seremos exactamente nueve mil trescientos millones de seres humanos en el año 2050 y más de diez mil millones antes de que acabe el siglo XXI. Este hecho plantea múltiples dificultades a los países en desarrollo, cuyos gobiernos deberán encontrar empleo a la enorme cantidad de jóvenes que llega al mercado cada año. A este problema hay que agregar el calentamiento global, que causa estrés hídrico en diversas zonas del planeta, y la explosión incontrolada de las megalópolis.
Los especialistas señalan que estamos ante una disyuntiva cargada de posibilidades, pero también de paradojas, pues se continúa destruyendo excedentes alimentarios pese al hambre imperante en diversas zonas del mundo. Y todos los demógrafos insisten en que si bien hay quienes niegan que exista un cambio climático, el crecimiento demográfico es un hecho incontrovertible que forma parte de las verdades globales que no se pueden negar y ante las cuales no podemos quedarnos de brazos cruzados.

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